Personas nada comunes

La declaración en la pared de mi banco resume en una palabra sus principios corporativos: amabilidad. ¡Y qué revitalizante fue encontrar amabilidad en la cajera que me ayudó con mi transacción!

El Hijo de Dios

Hace poco, mi hermano Scott consiguió los registros del servicio militar de nuestro papá, de la Segunda Guerra Mundial. Mientras los revisaba, no vi nada destacado ni sorprendente; nada sobre quién era Papá. Eran solo hechos. Datos. Fue interesante, pero también decepcionante, porque no salí sintiendo que había descubierto algo nuevo sobre él.

Del lamento a la alabanza

Varias leyendas rodean el nombre de la bella flor nomeolvides. Según una leyenda alemana, mientras Dios ponía nombre a todas las plantas, una florcita se preocupó de que la pasaran por alto, y gritó: «¡No me olvides, Señor!». Y ese fue el nombre que Dios le dio.

Jesús: nuestro lugar de descanso

En 1943, un campamento en Maryland se compró como lugar de descanso para el presidente de Estados Unidos Franklin D. Roosevelt. Rústico, tranquilo y alejado, brindaba, según la Casa Blanca, «una oportunidad para estar a solas y tranquilo, como así también un lugar ideal para trabajar y hospedar a líderes extranjeros». Cuando Dwight Eisenhower se convirtió en presidente, lo llamó Camp David, en honor a su padre y su nieto; nombre que se conserva hasta hoy. Aparte de mejorar las medidas de seguridad, el lugar se ha modernizado muy poco. Sigue siendo el sitio perfecto para que el presidente y su familia descansen.

Jesús: nuestro lugar de descanso

En 1943, un campamento en Maryland se compró como lugar de descanso para el presidente de Estados Unidos Franklin D. Roosevelt. Rústico, tranquilo y alejado, brindaba, según la Casa Blanca, «una oportunidad para estar a solas y tranquilo, como así también un lugar ideal para trabajar y hospedar a líderes extranjeros». Cuando Dwight Eisenhower se convirtió en presidente, lo llamó Camp David, en honor a su padre y su nieto; nombre que se conserva hasta hoy. Aparte de mejorar las medidas de seguridad, el lugar se ha modernizado muy poco. Sigue siendo el sitio perfecto para que el presidente y su familia descansen.

Perfectamente imperfecto en Cristo

El diseñador de interiores en el programa de mejoras del hogar elogió los cerámicos hechos a mano para la nueva ducha de la casa. A diferencia de los de fabricación comercial, que eran todos idénticos, estas artesanías eran «imperfectamente perfectas». Las imperfecciones le daban una belleza única, agregando encanto y estilo a un espacio de simple practicidad.

La cita

El 22 de noviembre de 1963, el presidente estadounidense John F. Kennedy, el filósofo y escritor Aldous Huxley y el apologista cristiano C. S. Lewis murieron. Tres hombres famosos con cosmovisiones radicalmente diferentes. Huxley, agnóstico, incursionaba en el misticismo oriental. Kennedy, aunque era católico romano, defendía una filosofía humanista. Y Lewis, exateo, como anglicano se volvió un declarado creyente en Jesús. La muerte no hace acepción de personas, y estos tres enfrentaron una cita con ella el mismo día.

Una respuesta semejante a la de Cristo

Jorge estaba trabajando en una construcción al rayo del sol de verano, cuando un vecino entró en el terreno donde trabajaba. Claramente enojado, comenzó a insultar y a criticar el proyecto y cómo lo estaban haciendo. Jorge recibió la catarata verbal sin responder, hasta que el airado vecino dejó de gritar. Luego, dijo amablemente: «Ha tenido un día realmente difícil, ¿no?». De repente, la expresión de la cara del hombre se suavizó, bajó la cabeza y respondió: «Lamento la manera en que le hablé». La amabilidad de Jorge había apaciguado la ira del vecino.

Edificados sobre Cristo

Hay toda clase de nombres para los grupos de animales. Habrás oído de un rebaño de ovejas, un hato de ganado o una bandada de gansos. Pero algunos nombres de uso común pueden sorprenderte. Un grupo de cuervos se llama a veces asesinato; a los cocodrilos, congregación; y a los murciélagos, caldera. ¿Has oído de un edificio de grajos (búhos eurásicos)?

Carrera espacial

El 29 de junio de 1955, Estados Unidos de América anunció que pondría satélites en el espacio. Poco después, la Unión Soviética declaró que planeaba hacer lo mismo. Así comenzó la carrera espacial. Los soviéticos lanzaron el primer satélite (Sputnik) y enviaron el primer hombre al espacio, Yuri Gagarin. La carrera continuó hasta el 20 de junio de 1969, cuando «el salto gigante para la humanidad» de Neil Armstrong sobre la luna puso fin extraoficialmente a la competición. Pronto asomó una temporada de cooperación que llevó a la creación de la Estación Espacial Internacional.